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La rutina ideal
Todos los días nos metemos a bañar, usamos muchos productos para nuestro cuidado facial, capilar y corporal. Pero, ¿en realidad lo estamos haciendo de la manera correcta? Probablemente no nos hemos puesto a investigar minuciosamente el shampoo que se adapta mejor a cada tipo de cabello, ni la cantidad o la forma correcta de usarlo, y lo mismo pasa con el acondicionador, las mascarillas y más.
Y por ésto me puse a indagar en varias publicaciones, para ver lo que opinan los expertos en este tema y hacerles una pequeña guía sobre los básicos que debemos saber antes de aplicarnos los productos de nuestra rutina de limpieza diaria.
El shampoo es uno de los productos cosméticos más importantes. El cuero cabelludo tiene un comportamiento diferente en cada individuo y depende de éste la clase de limpiador que se va a necesitar. También, considera si tu pelo es grueso o delgado para la selección. Por ejemplo: si tienes la piel de la cabeza bastante reseca y tus fibras capilares se quiebran, lo que requieres es uno que te hidrate —tipo con aceite de aguacate, almendras dulces o coco—. No olvides que éste solo se aplica en el área de la dermis, con un suave masaje y al momento de enjuagar se limpia el resto.
Las chicas con cabello súper largo seguro se acaban la botella de acondicionador tras unos cuantos días de uso. Y no hace falta mencionarlo, pero les recuerdo que la finalidad de ése es hidratar, reducir la cantidad de nudos y disminuir la inflamación de la cutícula. Lo debes usar de medios a puntas, únicamente, para evitar la caída.
El empleo de mascarillas para el cabello también depende del mismo: si se quiebra, está reseco, es muy graso, se maltrata con facilidad, le aplicas calor constantemente, entre otras cuestiones. Su aplicación se recomienda que sea, aproximadamente, una vez a la semana.
Si solo tienes una esponja para bañarte te tengo una mala noticia: debes tener por lo menos dos, una suave (sintética o marina) para las zonas delicadas y otra (Luffa) para exfoliar y limpiar los codos, las rodillas y los tobillos. Además, ésta debe secarse en su totalidad, porque si guarda humedad acumula hongos y bacterias que después pueden causarte enfermedades cutáneas.
El jabón corporal tiene que ser en gel, espuma, crema o líquido, ya que las barras guardan bacterias con más facilidad que los productos antes mencionados.
Lo mejor sería que la crema corporal ideal la recetara un dermatólogo. Pero, si prefieres adquirir las de marcas más comerciales, te sugiero que busques una que se adapte a tu tipo de piel (grasa o seca) y la uses diariamente.
Para el rostro, una rutina de belleza diaria es súper importante. Las cremas, tratamientos y mascarillas deben acoplarse a tu edad y cutis. Los productos básicos de uso diario son: limpiador, tónico, exfoliante (menos, para las pieles que padecen acné), hidratante, bloqueador solar y papel matificante. Las mascarillas son un plus y antes de usarlas debes asegurarte que son perfectas para ti, leer su etiqueta y seguir las instrucciones al pie de la letra.
Para terminar, me gustaría mencionarles que si algún producto de este tipo les causa molestias, lo mejor es que suspendan su uso y consulten los síntomas con un especialista. Igualmente, los vendedores de algunas tiendas tienen, a veces, mucho conocimiento y pueden indicarnos si estamos indecisas en adquirir algún cosmético. No teman preguntar y acercarse a los expertos, éso les puede evitar muchos problemas.
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