A veces no reflexionamos —o notamos — todo el esfuerzo que hacen los directores creativos de alguna firma, para ver realizada su colección: el tiempo y el ingenio que ellos necesitan, con tal de lograr tan impresionantes obras maestras. Los demás artistas (ya sean pintores, escultores u otros) requieren, prácticamente, del mismo esfuerzo e inteligencia, con la finalidad de llevar a cabo su trabajo.
La inspiración de los diseñadores puede surgir de diferentes cosas y situaciones. Sin embargo, muchos de ellos toman al arte clásico como su musa y deciden rendir homenaje a figuras importantes en el mundo del arte y la cultura.
En repetidas ocasiones, tuvimos la oportunidad de mirar la fusión entre el arte y la moda. Por ejemplo: hace un año Louis Vuitton y Jeff Koons crearon “Masters”, una colección de bolsos súper originales que rinden tributo a populares pintores, como lo fueron Van Gogh, Da Vinci, Tiziano, Reubens y Fragonard. Pero, esa no fue la primera ocasión en la que un diseñador plasmó una obra de arte en sus piezas.
Issey Miyake inspira sus colecciones en la arquitectura. Yves Saint Laurent siempre se sintió muy atraído por las expresiones artísticas, por lo cual afirmó: “Me he inspirado en un gran número de pintores en mis diseños porque creo que el arte no solo forma parte de la cultura sino de la vida y hay que mostrárselo a todo el mundo”.
Con el paso del tiempo, otras marcas se han unido a esta tendencia de inspirarse en los trabajos de grandes maestros. Versace, Dior y Valentino ya lo hicieron en algunas de sus colecciones, y en un futuro espero poder apreciar más creaciones así.
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