¿Has comido por ansiedad?, o ¿compensas la tristeza con postres y botanas? Si cuando te sientes mal te reconfortas en la comida, las emociones negativas están haciendo que aumentes de peso.

Una dieta no es suficiente si no se tratan las emociones. De acuerdo con el psiquiatra Javier Quintero, es posible hacer dietas para el balance energético, pero que, si se descuida la parte emocional, pueden resultar en un total fracaso.

EFE dice que los hidratos de carbono y azúcares, que están muy presentes en los alimentos chatarra, pueden provocar una activación intensa y rápida de la dopamina o la hormona que regula el placer y crea la necesidad de comer para activar el mecanismo de recompensa.

Por otro lado, Wokii Be Positive revela que emocionarse no es malo, pero el control de las emociones puede generar diversos problemas. El cuerpo es el que indica cuando hay descontrol, con peso extra.

“Uno de los grandes problemas generados por estrés, sentimientos de culpabilidad, abandono, crisis existenciales, miedo a una pandemia, cortar con mi pareja, etc., es que no todos tienden a perder peso, sino todo lo contrario. La mayoría de la gente no baja de peso cuando sus emociones son de tristeza”, dice Wokii Be Positive. “Mas bien, tienden a subir de peso porque están respondiendo a algo que varios especialistas llaman el Conflicto de Acumulación”.

Los expertos recomiendan buscar ayuda, con los médicos especialistas, si es que se quiere y necesita. Javier Quintero sugiere comer a las horas estipuladas y con control, no solo por hambre, porque algunas personas confunden a la tristeza con la falta de alimento. Wokii Be Positive sugiere ser amable con todas las personas y evitar hacer comentarios sobre el peso o cuerpo si no son solicitados, pues se pueden agravar los problemas de ansiedad, autoestima, depresión e inseguridad.